¿Podemos construir una casa con los envases de Tetrabrik que utilizamos cada día e iluminar su interior con botellas de agua, sin electricidad?. Ese era el reto que propuse en clase. Tras unos minutos de incertidumbre y preguntas varias, todos estuvieron de acuerdo en asumir este nuevo reto. Se trataba con esta actividad de resaltar la importancia del reciclaje, las múltiples posibilidades que éste nos ofrece, no sólo con estos envases, sino con multitud de objetos que utilizamos y tiramos sin buscarle una segunda vida útil.
¿Bombillas de agua? ¿Cómo es posible?. Pues sí, es posible. La inventiva humana no tiene límites, sobre todo cuando existe necesidad. Las "bombillas de agua" es un sistema utilizado en algunos países del Tercer Mundo para iluminar estancias cerradas de una forma original y sencilla aprovechando la luz del Sol.
El trabajo se ha estructurado en las siguientes fases:
1.- Recogida y limpieza del material.
Desde el primer día establecimos que había que recopilar todos los envases de Tetrabrik que pudiéramos en nuestras casas y que los modelos adecuados eran los envases de leche o zumo de un litro. Procuramos traer el interior limpio, sin restos, para evitar los malos olores. Pese a las advertencias, muchos envases no llegaron limpios, por lo que tuvimos que limpiarlos con agua uno por uno. En total, 300.
2.- Estructura.
Gracias a la colaboración de nuestro compañero de Tecnología Laure Atalaya, pudimos disponer en poco tiempo de la estructura de la casa que íbamos a construir. Los alumnos, utilizando las pistolas de silicona, fueron superponiendo los tetrabrik para formar las paredes.
3.- Lucido y sellado
Para darle mayor consistencia y poder pintar las paredes, los envases de tetrabrik los cubrimos con papel de periódico y con cola-agua. La razón por la que hemos hecho esto es para evitar posibles malos olores (aunque todos los envases están lavados). Una vez secas las hojas de periódicos, el siguiente paso es impermeabilizar las paredes; para ello, hemos utilizado los envases de tetrabrik, cortándolos y pegándolos con la pistola de silicona caliente. De esta forma, la casa queda protegida frente a las inclemencias del tiempo. Finalmente, pintaremos la casa con llamativos colores.
4.- Bombillas de agua, litros de luz.
El último paso es el que más expectación creará. Una vez construido el techo, intercalaremos las dos botellas de refresco de 2 litros llenas de agua y lejía y podremos comprobar el efecto en el interior de la casa cuando los rayos del sol incidan en la parte exterior de la botella.
Estas imágenes y el vídeo sirven para ilustrar lo que pretendemos hacer.
Si deseas ver todas las fotos de este proyecto, pulsa en
Una vez finalizada la casa, la cederemos a la Escuela de Educación Infaltil de Miajadas.
El trabajo se ha estructurado en las siguientes fases:
1.- Recogida y limpieza del material.
Desde el primer día establecimos que había que recopilar todos los envases de Tetrabrik que pudiéramos en nuestras casas y que los modelos adecuados eran los envases de leche o zumo de un litro. Procuramos traer el interior limpio, sin restos, para evitar los malos olores. Pese a las advertencias, muchos envases no llegaron limpios, por lo que tuvimos que limpiarlos con agua uno por uno. En total, 300.
Gracias a la colaboración de nuestro compañero de Tecnología Laure Atalaya, pudimos disponer en poco tiempo de la estructura de la casa que íbamos a construir. Los alumnos, utilizando las pistolas de silicona, fueron superponiendo los tetrabrik para formar las paredes.
Para darle mayor consistencia y poder pintar las paredes, los envases de tetrabrik los cubrimos con papel de periódico y con cola-agua. La razón por la que hemos hecho esto es para evitar posibles malos olores (aunque todos los envases están lavados). Una vez secas las hojas de periódicos, el siguiente paso es impermeabilizar las paredes; para ello, hemos utilizado los envases de tetrabrik, cortándolos y pegándolos con la pistola de silicona caliente. De esta forma, la casa queda protegida frente a las inclemencias del tiempo. Finalmente, pintaremos la casa con llamativos colores.
El último paso es el que más expectación creará. Una vez construido el techo, intercalaremos las dos botellas de refresco de 2 litros llenas de agua y lejía y podremos comprobar el efecto en el interior de la casa cuando los rayos del sol incidan en la parte exterior de la botella.
Estas imágenes y el vídeo sirven para ilustrar lo que pretendemos hacer.
Si deseas ver todas las fotos de este proyecto, pulsa en
Una vez finalizada la casa, la cederemos a la Escuela de Educación Infaltil de Miajadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario